La marcha rápida o la marcha deportiva, para ti, es mejor por la mañana temprano o a última hora de la tarde. Pero, ¿tienes miedo de perder la motivación cuando llega el otoño y los días se acortan? Considera la noche como la ocasión perfecta para redescubrir los placeres de la marcha, ¡eso sí, respetando estos cuatro consejos!
1 – La visibilidad es muy importante: ver y ser visto es la prioridad
Cuando oscurece o se hace de noche es muy importante prestar atención al entorno inmediato (un agujero, un charco, unas ramas esparcidas por el camino...) para no caer o seguir caminando con los pies empapados.
Llévate contigo una linterna. Puede ser frontal o puedes llevarla en el pecho: lo más importante es saber utilizarla correctamente y estar seguro de que las pilas o la batería no te dejarán tirado a medio camino.
Para que te vean: escoge unas prendas claras y ponte unos brazaletes reflectantes en los brazos y las piernas. También puedes llevar unas tiras reflectantes pegadas a la ropa. ¡Todo vale para ir seguro!
2 – Recorrido y ropa: prepara bien tu sesión nocturna
Escoge preferentemente un recorrido que conozcas bien. No salgas a la aventura, porque es más difícil orientarse cuando ha anochecido o cuando el sol todavía no ha salido. Así que prepara bien el recorrido y te evitarás sorpresas desagradables.
Además, las temperaturas bajan cuando se hace de noche. Usa una ropa cálida, pero cómoda. Como te costará orientarte, es muy importante que te sientas cómodo con la ropa de deporte y con las zapatillas de marcha deportiva que llevas. ¿Conoces nuestros consejos para caminar cuando hace frío?
3 – Dedica un tiempo al calentamiento
Por la mañana temprano el cuerpo todavía no se ha despertado del todo. Y al final de la jornada está cansado. ¡Tanto si eres alondra como si eres búho, el calentamiento es extremadamente importante para sentirte bien durante la sesión y hasta la sesión siguiente!
Empieza a caminar suavemente, camina luego a tu ritmo natural durante 10 minutos y después comienza a acelerar hasta alcanzar la velocidad de crucero, tanto en marcha rápida como en marcha nórdica.
4 – ¡Disfruta y pásatelo bien!
De noche todo está más tranquilo: hay menos tráfico y menos ruido. Todo adopta una dimensión distinta. Para nuestro colaborador técnico Emmanuel Lassalle, «de noche, los puntos de referencia desaparecen y es como cambiar de recorrido. ¡Es otro mundo que me encanta disfrutar plenamente!».
La noche no es un freno para la práctica, sino que tienes que verla como una oportunidad para disfrutar aún más.
Y si las sensaciones de la marcha rápida o nórdica nocturna siguen sin apasionarte, debes saber que algunos estadios tienen horarios de apertura lo bastante amplios para permitirte seguir entrenando en una pista iluminada, ¡incluso cuando se hace de noche!
¿Estás preparado para probar la experiencia? ¿Te gusta caminar de noche?