¿Qué diferencia existe entre la marcha cotidiana y la marcha deportiva? ¡El movimiento del pie! En el día a día, se realiza de forma inconsciente y en la marcha deportiva se controla totalmente.
En la marcha deportiva, el correcto desarrollo del pie es esencial para trabajar los músculos sin lesionarse. Átate las zapatillas de marcha deportiva y trabaja los «primeros pasos».
Aprender a «andar correctamente» en marcha deportiva
A pesar del ritmo suave, la marcha rápida exige un esfuerzo de todo el cuerpo. Cuando te desplazas, transfieres la carga del peso de un pie al otro. La técnica de los practicantes de marcha deportiva se basa en este movimiento del pie, que soporta todo el peso sin sufrir. ¡Un matiz sumamente importante!
Para proteger las articulaciones, es importante que la transferencia del peso sea equilibrada entre el pie que toca el suelo y el que propulsa con los dedos.
El desarrollo del pie desde el talón hasta los dedos
El objetivo es lograr una mayor amplitud de movimiento al desarrollar el pie al máximo, desde el talón hasta los dedos.
En la práctica debes notar que los dedos del pie izquierdo empujan el suelo cuando el talón del pie derecho ataca el suelo.
1 - El talón
Coloca el talón en plano con suavidad. El impacto con el suelo está mejor amortiguado y se reparte en una mayor superficie. Este movimiento protege las articulaciones del pie. Pues el riesgo de lesión se multiplica cuando añades presión a los pasos y presionas el suelo con todo tu peso.
Un buen desarrollo del pie, especialmente una buena colocación del talón, ayuda a una marcha ligera.
2 - Desarrollo del pie
Cuando el talón esté en contacto con el suelo, desarrolla completamente el pie para notar el movimiento fluido de todas las articulaciones.
Este movimiento específico de la marcha deportiva cortocircuita cualquier impacto contra el suelo que pudiera afectar a las rodillas,la cadera o la espalda. Escucha a tu cuerpo para ajustar el desarrollo del pie.
3 - ¡Propúlsate con los dedos!
Con el pie ya plano, «empuja el suelo» con los dedos de forma decidida.
- Nuestro consejo: Imagina que quieres enseñar las suelas de los zapatos a la persona que va detrás de ti.
No te olvides nunca de la propulsión: te permite avanzar y ganar potencia y velocidad en la marcha. Cuando domines perfectamente este movimiento, trabajarás todos los músculos de los pies, las piernas, los muslos y las nalgas.
Ya lo habrás comprendido: ¡caminar bien es algo que se aprende! Es la condición sine qua non de una pisada ligera y con ritmo, perfectamente coordinada con el movimiento de los brazos.
¿Ya has conseguido dar este primer paso? ¡Explícanos cómo te has iniciado en la marcha deportiva y cuáles son tus planes!